Atención con una patología altamente compleja
Si bien no se trata de un cáncer común, es altamente agresivo, por lo que la pesquisa precoz y el tratamiento oportuno son clave.
Cuando Steve Jobs, el mítico fundador de Apple, murió en octubre pasado víctima de un cáncer de páncreas, esta patología oncológica se hizo más visible para la opinión pública.
Con sólo 56 años de edad, Jobs falleció a consecuencia de un paro respiratorio derivado de la metástasis de la enfermedad que le fue diagnosticada en 2004.
Avance silencioso
El cáncer de páncreas es una patología altamente mortal, pues el pronóstico se entorpece con una consulta tardía.
“Lamentablemente, es habitual que el paciente llegue al especialista cuando la enfermedad ya ha avanzado, pues los primeros síntomas se presentan tardíamente”, comenta el doctor Carlos Barrientos, jefe de Gastroenterología de la Clínica Oncológica Falp.
Entre ellos, se cuentan fatiga, baja de peso y coloración amarilla de la piel. En algunas ocasiones, la primera sospecha de la enfermedad la realiza un endocrinólogo, cuando el paciente presenta diabetes y no tiene antecedentes familiares de la patología.
Existen distintas teorías sobre las causas del cáncer de páncreas. Sin embargo, una de las más aceptadas tiene que ver con la aparición de la enfermedad debido a modificaciones del material genético de las células pancreáticas. Esto, por una inflamación crónica (pancreatitis) o la exposición a sustancias tóxicas como el tabaco o los pesticidas.
“Esta enfermedad oncológica se presenta con la misma frecuencia tanto en hombres como en mujeres, generalmente, después de los 50 años de edad”, añade el doctor Barrientos.
Diagnóstico y tratamiento
La ubicación del órgano, por detrás del estómago, dificulta la detección oportuna del cáncer. “El estómago, al tener aire, forma una especie de muro para el ultrasonido, dificultando su pesquisa. Esta limitación no la tienen el escáner ni la resonancia, que son los exámenes con los que habitualmente se diagnostica la presencia de este tumor”, señala el gastroenterólogo de Falp.
El cáncer de páncreas es curable sólo cuando es pequeño y está localizado, es decir, cuando mide menos de dos centímetros y no ha comprometido otros órganos.
Sin embargo, “los tumores pequeños no dan síntomas, por lo tanto es muy raro que a un paciente se le diagnostique esta patología en la etapa inicial”, explica el especialista.
El manejo incluye cirugía, que permite superar la enfermedad cuando se diagnostica en estadios precoces, complementada con quimio o radioterapia.
“Si el cáncer ya se ha extendido, el tratamiento se orienta a elevar las expectativas y la calidad de vida de los pacientes. Existen más de 20 tipos de cáncer de páncreas, por lo que depende de cada paciente en particular cómo se presente la situación”, agrega el doctor Barrientos.
Clínica Oncológica (FALP)
Fundación Arturo López Pérez
Rancagua 878
Teléfono: 22420 5100
www.falp.cl